Muchas personas dicen “no estar hechas para las ventas”, mientras que a otras les genera cierta aversión el hecho de que “les vendan” —usualmente, por la percepción de que quien vende es alguien deshonesto que no tiene el bienestar del comprador en sus prioridades, sino solamente el suyo—.
El hecho es que la labor de las ventas es compleja porque implica convencer e influenciar a las personas, todas tan diferentes como los granos de arena en el mar.
Ya sea que conscientemente te dediques o no a las ventas —porque, al final, todos vendemos algo— ofrecer, influir y convencer durante decisión de compra es una labor sumamente compleja porque, para empezar, todos los días hay objeciones y rechazos que atentan, potencialmente, contra una de las necesidades mas básicas del ser humano: el sentido de pertenencia, aceptación y reconocimiento.
Por ello, hoy deseo hablarte sobre el factor mas importante del éxito y, mantenerse en él, de una persona en la profesión de las ventas.
Las cualidades que comparten las personas exitosas
Estudios recientes han demostrado que hay varios factores para determinar estadísticamente —con un alto grado de probabilidad— qué personas tendrán tanto éxito como permanencia en su carrera en las ventas:
- Extroversión y sociabilidad.
- Inteligencia emocional y empatía.
- Conciencia de las fortalezas y debilidades.
- Experiencia previa.
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La importancia de la resiliencia
El factor más importante para el éxito en el estudio ya mencionado no fue ninguno de los anteriores, sino un quinto factor: la resiliencia.
Esta palabra de moda en la actualidad, caracterizada por la incertidumbre, el cambio y la adversidad, es el aspecto que sale a relucir cuando se crea un plan y se lleva a la acción. ¿Pero qué es exactamente? La resiliencia es la suma de tres características que cualquiera puede aprender a construir y vivir:
- Pasión por lo que haces, de manera que “trabajar duro” no parezca un trabajo. Es la devoción sostenida y duradera a una causa.
- Perseverancia. La capacidad de entender tus “fracasos” desde una óptica diferente donde los veas, si acaso, como contratiempos, pero esencialmente como aprendizajes.
- Saber claramente hacia dónde te quieres mover, qué quieres lograr y cuál es la realidad, circunstancia, reto o problema que deseas cambiar.
Todo esto refiere a una cierta mentalidad que te brinda la convicción de que eres mejor a partir de cada revés, pues esas caídas son entendidas como aprendizajes. Se trata de aprender a desaprender tu relación con la derrota temporal.