En una reciente encuesta llevada a cabo por la Organización de las Naciones Unidas se le preguntó a cerca de 100,000 personas de diferentes países y nacionalidades que definiesen en una palabra la sensación que mas anhelaban en sus vidas a partir de la disrupción en la misma creada por el COVID-19 y el contexto adverso que este ha generado desde principios del año pasado. Sorprendentemente, casi todos los encuestados respondieron con una de las siguientes palabras: Certeza, Estabilidad, Claridad, Certidumbre, Normalidad, Saber y Poder.
Lo que estas respuestas expresan en realidad es la prevalencia de las palabras -y emociones- contrarias en el contexto socioeconómico global: Duda, Incertidumbre, Vértigo, Disrupción, Anormalidad, Ignorancia, Carencia y anormalidad.
¿Qué significan estas respuestas y el contexto que las determina para un empresario en México hoy por hoy.? Para empezar, no olvidemos que la consigna más importante de todo empresario es garantizar la sostenibilidad de su empresa en el curso del tiempo por medio de sus esfuerzos directivos y los de su equipo por medio fundamentalmente de tres cosas:
1.- La creación, fortalecimiento y mejoramiento de la cultura de la empresa.
2.- La definición del marco estratégico en el cual la empresa ha de actuar.
3.- La Elección de las tácticas específicas con las cuales competirá en el mercado.
Si bien todas estas son motivo de otra opinión en este blog, el día de hoy quiero llamar la atención sobre el efecto -y tal vez mandato- que una realidad tan excepcional como la que vivimos demanda de todo empresario y tomador de decisiones directivas en una empresa Mexicana, pues considero que la suma sinérgica de estas personalidades y sus empresas representan una parte fundamental de los tejidos económicos y sociales de esta Nación y en sus manos está en gran medida el futuro de la misma.
Para tal fin, se antoja pertinente definir la naturaleza del escenario económico Actual: Un dicho muy conocido reza que “Lo único seguro en la vida es la muerte,” haciendo un paralelismo, podríamos decir que en la de historia los cambios en la economía a nivel mundial, lo único que no ha cambiado, es que siempre ha habido crisis: Si bien el declive de la economía global a partir de la pandemia ha sido drástico y como nunca antes visto en la historia de la humanidad, -de cerca de 8% para América Latina por Ejemplo- el hecho es que las crisis son una constante en la historia de fluctuaciones económicas del mundo en su conjunto.
Y particularmente el caso de México no es la excepción: en el curso de nuestra historia de 200 años como Nación, hemos vivido por lo menos 10 episodios de contracciones económicas abruptas, por ejemplo:
- 1933: GRAN DEPRESIÓN Y “LA LEY CALLES”
- 1954: DEVALUACIÓN INTENCIONAL
- 1976: DEUDA, DEVALUACIÓN, INFLACIÓN, ESTANFLACIÓN
- 1982: DEUDA PÚBLICA, PETROPRECIOS, DEVALUACIÓN
- 1987: PETROPRECIOS, INFLACIÓN, DEVALUACIÓN
- 1994: DEVALUACIÓN, ERROR DE DICIEMBRE, FUGA DE CAPITALES
- 2001: WTC (SEP/11), CORRALITO ARGENTINA
- 2011: EFECTOS CRISIS FINANCIERA MUNDIAL BASADA EN EL SECTOR HIPOTECARIO EUA
- 2019: NAICM, PEMEX
- 2020: COVID-19…
¿Que nos dice esta cronología y sus saldos sobre las lecciones a aprender en el contexto actual caracterizado por el estancamiento económico, la incertidumbre económica y social y las expectativas de recuperación de cara a las decisiones directivas con las que todo empresario se ve confrontado día a día en esta pandemia?
1.- “La Paradoja del Cambio.”
El filósofo Griego Heráclito de Efeso, planteó la reflexión que se conoció más tarde como la Paradoja del Cambio, y esta es de manera sintetizada: “Lo único que no cambia es que todo cambia.” Esta reflexión que pareciese perteneciente al mundo de lo conceptual y abstracto tiene en realidad una aplicación puntual en el mundo de lo práctico, incluido el mundo de los negocios, la estrategia y táctica competitiva de las empresas. Todo empresario debe recordarse a si mismo en primera instancia, y recordarle a sus equipos, que en esta vida, todo pasa, tanto lo bueno, como lo malo. La ratificación de esta idea es que precisamente después, e incluso a pesar de todas las crisis en nuestro país, las hemos sorteado y salido adelante, si bien con retos no cumplidos y saldos pendientes de las grandes asignaturas nacionales (educación, seguridad, nivel de vida, igualdad económica), pero el hecho es que México sigue de pie y aún con los activos necesarios para solventar los retos del pasado y las adversidades presentes, incluido el más importante: Su gente y su participación potencial.
2.- El significado de toda realidad.
Según la lógica, toda realidad es interpretada en virtud de dos elementos: La realidad misma y el observador que la juzga. Muchas veces olvidamos que la gravedad de una circunstancia es determinada por quien la observa (nosotros mismos) y olvidamos también que nuestra interpretación depende de la combinación de nuestra racionalidad pero también de nuestra emocionalidad, que tienen un su vez un efecto puntual en tres elementos que amplifican o nulifican los efectos negativos de una crisis económica:
- Expectativas
- Confianza
- Certidumbre
En el fondo, estos elementos son precisamente las palabras que las personas buscamos hoy por hoy pero que irónicamente no nos permitimos a nosotros mismos, por muchas razones en las cuales no pretendo abundar aquí pero que mucho tienen que ver con la información que nos permitimos consumir y los pensamientos resultantes que acaban generando un círculo vicioso: Alerta-emoción- atención-consumo de información-interpretación-búsqueda de más información similar que ratifique nuestra emoción.
Lo que he escrito hasta aquí no pretende de manera alguna evadir la gravedad, lo negativo y los muy lamentables efectos de la circunstancia actual, incluido lo más importante, la pérdida de miles de vidas humanas.
Sin embargo, lo que las referidas personas encuestadas describen con las palabras que anhelan en la encuesta referida da la ONU, son en realidad emociones como Claridad, Certidumbre, Certeza, Sabiduría y Poder de acción. Y Algunas de ellas están al alcance de todo empresario y directivo por medio simplemente de una decisión. Una decisión en torno fundamentalmente en torno a tres cosas:
1.- La conciencia de la razón y emoción involucrada en nuestra interpretación de la realidad
2.- La perspectiva que utilizamos como marco de referencia para dar significado a “lo que pasa” y a cómo respondemos (o reaccionamos) a eso que pasa.
3.- La decisión responsable de afrontar objetivamente la realidad presente tan adversa como sea, pero también la decisión de recordarnos que por definición, siempre después de toda tempestad, viene la calma.
Cuando se le preguntó a el mejor Jugador de Hockey de todos los tiempos, Wayne Gretzky, de donde provenían todas sus habilidades, trofeos, logros, victorias y récords aún en los escenarios más adversos, él respondió: “La clave para mi siempre fue el NO prestar demasiada atención a donde estaba el puck, sino donde iba a estar en la jugada siguiente.”
El permitirnos ser responsables pero creativos y proactivos respecto de lo que podemos hacer cuando la tempestad pase, e involucrar a otros en esa mentalidad por medio de visión, esperanza y propósito, es sin duda uno de los signos de liderazgo más importantes y más necesarios de todo empresario en la actualidad.